Este 4 de enero de 2016 el Gobierno de Puerto Rico tendrá la oportunidad de decidir si pone a Puerto Rico primero antes que a los bonistas. El Gobierno de Puerto Rico pretende pagar los $331 millones de la deuda constitucional a los bonistas utilizando el dinero del Fondo de Retiro de nuestros pensionados. Algo que es totalmente inaceptable, descabellado e irresponsable.
El Sistema de Retiro de los servidores públicos de nuestro país está en una situación económica precaria, que día a día lucha por mantenerse y pagarle a los pensionados. Este tipo de acción, desangra la liquidez de este fondo de pensiones; y pone en riesgo el sustento de miles de jubilados y jubiladas que dependen completamente de este ingreso para sobrevivir.
Del gobierno mantenerse en la postura de utilizar el fondo de las pensiones para realizar este pago a los bonitas, tendremos como consecuencia que a finales del año
2016 no habrá dinero para pagarle a nuestros jubilados y jubiladas. El desangrar este fondo no es la alternativa correcta a seguir, ya que no se saldará la deuda pero pone en riesgo las pensiones de miles de puertorriqueños y puertorriqueñas quienes acabarían en la pobreza extrema.
En estos momentos tenemos que continuar ejerciendo presión para renegociar la deuda y que Puerto Rico tenga la oportunidad real de emerger como un país próspero. El Congreso de los Estados Unidos y el Tesoro Federal tienen la obligación de actuar de inmediato para evitar el colapso económico de nuestra Isla. Para esto se necesita unidad, voluntad y sacrificio de todos los sectores, para que juntos, como pueblo nos dirijamos hacia el verdadero desarrollo económico y social que nuestro país necesita. Tenemos que salir de la crisis fiscal donde estamos sumergidos.
Exigimos al Gobernador de Puerto Rico que no ponga en riesgo la seguridad económica y emocional de uno de los sectores más vulnerables de nuestra sociedad, para pagar una deuda que es impagable. Puerto Rico no puede seguir siendo rehén de los bonistas.