Ya bien lo dijo el Ex Secretario del Trabajo y Recursos Humanos, Ruy Delgado Zayas, en su deposición ante la Comisión sobre Relaciones Federales, Políticas y Económicas del Senado el pasado 8 de mayo:  no hay evidencia empírica de que derogar la Ley 80 de 1976 para la compensación por despidos injustificados incrementará la oferta de empleos y mejorará la economía con más inversiones de capital.

Delgado Zayas trajo como ejemplo que el estado de Montana tiene una ley similar a la de Puerto Rico que protege a los empleados contra el despido injustificado. Sin embargo, Montana es uno de los estados de Estados Unidos con menos desempleo y tiene una tasa de participación laboral sumamente alta. Entretanto, Florida y California, así como otros estados que podrían servir de ejemplo, no tienen este tipo de estatuto laboral, pero sus desempleos son altos, así como lo es en Puerto Rico.

Con esta evidencia empírica queda demostrado, por lo tanto, que tal legislación no guarda relación alguna con la tasa de participación laboral o la creación de empleos. Menos todavía, puede relacionarse con un mayor o menor desarrollo económico. “

“A todas luces, esta legislación en nada va a ayudar en la creación de empleos ni a subir la tasa de participación laboral…”. A esa es la conclusión que llega Delgado Zayas. Por el contrario, advierte el extitular del Departamento del Trabajo y Recursos Humanos en su ponencia, hará “menos atractivo el buscar empleo que al presente”.

Un incremento, tanto en la oferta de empleos como en la tasa de participación laboral, únicamente es posible mediante un plan efectivo y bien pensado de paradigma económico para Puerto Rico. Dice Delgado Zayas a los senadores: “Para que haya más empleos tiene que haber más empresas. El modelo económico de mano de obra barata para motivar que las empresas de afuera vengan a establecerse en Puerto Rico funcionó en la década del 50, 60 y hasta mediados del 70, pero su propio éxito hizo que colapsara”.

Sin duda, nos se puede seguir atascado repitiendo modelos económicos del pasado ya obsoletos que no funcionan en las realidades del presente. Hay que prestar oído atento a lo que indicó un experto en el tema como Delgado Zayas en su ponencia ante Comisión senatorial: “Los  países que están atrayendo inversiones externas en los últimos años son los países que no se distinguen por tener mano de obra barata  y aún más son los que tienen una mejor protección para los trabajadores. Son aquellos que facilitan el establecimiento de las empresas que no le imponen requisitos innecesarios y que los servicios que el país les provee son eficientes. En vista de esto, a nuestro juicio estamos mirando para el lado equivocado”.