La década del ’80 esta marcada por la lucha de los sindicatos puertorriqueños para desplazar el sindicalismo amarillo y la fuerte influencia del Movimiento Obrero Unido, organismo unitario que ayudamos a acomodar.

En el año 1982 volvemos a desarrollar una fuerte campaña y que ahora vimos convocada con el éxito al obtener la representación explosiva de los 1,500 trabajadores del Centro Médico de Puerto Rico.

La industria de la construcción, donde tenemos en década anterior miles de representados, sufre un duro golpe con la desaparición de la principal compañía constructora, San P.Wallace.  Durante este período, años ’84 al ’86, dura la construcción y surge en el escenario económico las industrias farmacéuticas, empresas en la que se ha hecho extremadamente difícil la organización sindical.

Durante esta década, donde logramos mantener el remanente de las empresas contratadas y ampliar nuestra matrícula con varias fábricas del sector privado y algunas corporaciones públicas, como La Autoridad de Tierras y la Corporación de Desarrollo Comunal, invertimos una gran cantidad de recursos y esfuerzos en la organización de empleados municipales, lo cual veo fue exitoso.  Esta tendencia organizativa se mantendrá más lenta los primeros años del ’96.