El problema de erosión en las playas de Puerto Rico, debido al ascenso en el nivel del mar, llegó a tal punto en Vieques que fue necesario mudar una subestación eléctrica, debido al avance del mar tierra adentro. El actual ascenso de nivel del mar ha ocurrido a una tasa media de 1.8 milímetros por año desde el último siglo.
La observación sobre la erosión en las playas de Puerto Rico la hizo el senador Antonio Fas Alzamora, quien visitó esta semana la isla municipio, como parte de una investigación legislativa sobre este problema ambiental.
La Comisión senatorial de Turismo, presidida por Fas Alzamora, llevó a cabo varias vistas oculares en Vieques. La intención no es únicamente verificar el estado de las playas, sino para determinar las necesidades de mejorar el acceso a la Bahía Bioluminiscente de Puerto Mosquito.
En la vista realizada en la playa Punta Arena, el biólogo del Departamento de Recursos Naturales (DRNA), Edgardo Belardo, explicó que hubo que colocar gaviones para la protección contra la erosión. Además, dijo que removieron dos de los tres gazebos que se construyeron para el disfrute de los visitantes y turistas, se informó en un comunicado de prensa.
“Aquí había un banco de arena de alrededor de 50 pies y poco a poco se ha ido perdiendo”, destacó Belardo en la audiencia legislativa.
Entretanto, la subestación eléctrica fue trasladada a un lugar más lejano de la costa y continúa ofreciendo servicio tanto a Vieques como a Culebra.
“Es importante contar con un plan que controle y atienda el problema de erosión en nuestras costas”, expresó Fas Alzamora sobre Punta Arena, donde anclan muchos botes por ser el punto más cercano a Ceiba.
El actual ascenso del nivel del mar se debe parcialmente al calentamiento global antropogénico. Al incrementarse las temperaturas asciende el nivel del mar por la adición de agua a los océanos por la fusión de los glaciares continentales. Esa expansión, bien cuantificada, es actualmente la causa primaria de tal ascenso y se espera que esto siga ocurriendo en el siglo XXI.
Los testigos de sondeo, los registros de los mareógrafos y, últimamente, las mediciones por satélite demuestran que a lo largo del siglo pasado, el Nivel Medio del Mar (GMSL, por sus siglas en inglés) aumentó entre 10 y 20 centímetros. Sin embargo, la tasa anual de aumento durante los últimos 20 años ha sido de 3,2 milímetros, más o menos el doble de la velocidad media de los 80 años precedentes.
Durante el siglo pasado, la quema de combustibles fósiles y otras actividades humanas y naturales liberaron en la atmósfera enormes cantidades de gases que atrapan el calor. Estas emisiones han provocado que la temperatura de la superficie de la Tierra haya aumentado y que los océanos hayan absorbido alrededor de un 80 por cierto de este calor adicional.
El aumento de los niveles del mar está vinculado a tres factores principales, todos ellos inducidos por el cambio climático actual.
Dilatación térmica: Cuando el agua se calienta, se dilata. Alrededor de la mitad del aumento del nivel del mar que se produjo a lo largo del siglo pasado es atribuible al hecho de que los océanos, al calentarse, ocupan más espacio.
El deshielo de los glaciares y de los casquetes polares: Las grandes formaciones de hielo, como los glaciares y los casquetes polares, se derriten de forma natural en verano. Pero en invierno, las precipitaciones en forma nieve, compuestas en su mayor parte de agua marina evaporada, bastan normalmente para compensar el deshielo. Sin embargo, las altas y persistentes temperaturas registradas recientemente a causa del calentamiento global, son las responsables de que la cantidad de hielo que se derrite en verano haya aumentado y de que las nevadas hayan disminuido debido a que los inviernos se retrasan y las primaveras se adelantan. Este desequilibrio genera un aumento neto significativo de la escorrentía frente a la evaporación de los océanos, provocando que el nivel del mar se eleve.
Al igual que con los glaciares y con los casquetes de hielo, el aumento del calor está provocando que las enormes placas de hielo que recubren Groenlandia y la Antártida se derritan a un ritmo acelerado. Asimismo, los científicos creen que el agua dulce generada por la fusión en la superficie y el agua de mar bajo su superficie se están filtrando por debajo de las placas de hielo de Groenlandia y de la Antártida Occidental, lubricando las corrientes de hielo y provocando que estas se deslicen con mayor rapidez hacia el mar. Además, el aumento de las temperaturas está provocando que las enormes plataformas de hielo adheridas a la Antártida se estén derritiendo desde la base, se debiliten y se desprendan
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