San Juan, Puerto Rico- El presidente de la Unión General de Trabajadores, Edwin Méndez Cardona reacciono sorprendido al anuncio de la gobernadora Jennifer González otorgando libre con cargo a vacaciones todos los días de semana santa.

El señor Méndez fue enfático al decir; la gobernadora olvida que a la mayoría de los empleados públicos le fue reducida su licencia de vacaciones por virtud de la Ley de Cumplimiento del Plan Fiscal (Ley 26 2017). Esta ley aprobada hace 8 años les arrebato el derecho de 30 días de vacaciones a solo 15 días, con un requerimiento de mantener un balance no menor de 5 días al año. El efecto de esta ley limito a solo 10 días las vacaciones anuales de los cuales el gobierno mediante decretos como, por ejemplo: la víspera del día de acción de gracias, la víspera del día de navidad y la víspera del día de año nuevo entre otros. Ahora con este nuevo decreto se reducen 4 días más por disposición del gobierno. Es decir, los empleados públicos tendrían solo 3 días de vacaciones discrecionales de ahora en adelante.

Nos preguntamos, ¿Vacaciones para qué? Cuando el patrono es dueño de la decisión de cuando tomar las mismas, la cantidad de días libres e incluso la manera que debemos disfrutarlas. La gobernadora ha dicho: “se trata de una medida de ahorro para el gobierno”, ¿ahorro para quién?; cuando el trabajador de no tener el balance para cargar esos días perdería parte de sus ingresos. Le exhortamos a que si verdaderamente está preocupada con el tiempo para el descanso y el compartir en familia someta un proyecto de ley para enmendar el beneficio de los 30 días de vacaciones un derecho que disfrutaban los empleados públicos antes del 2017.

Como sindicato defendemos, que las licencias de vacaciones deben ser utilizadas a discreción del empleado, no impuestas por el patrono, a menos que exista una causa justificada a un acuerdo que lo permita.  Este decreto de días libres con cargos a vacaciones es una imposición unilateral que cambia las condiciones del empleo sin ninguna negociación con la unión que los representa.

Estamos a favor que los empleados tengan la oportunidad de aprovechar la semana santa para “ese retiro espiritual”, pero no mediante una imposición unilateral del patrono que les reduzca su discreción personal de planificar sus vacaciones con su familia cuando así lo deseen.

Nos reiteramos que la licencia de vacaciones debe ser un derecho reconocido y que cualquier decisión que afecte el mismo debe ser negociada con sus representantes sindicales, considerando sobre todo la protección de su salud y bienestar de su familiar. Una semana libre por decreto: no debe jugar con las habichuelas de los empleados públicos y mucho menos con su discreción de decidir qué hacer con sus vacaciones.

 

Edwin Méndez Cardona
Presidente


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