Es un hecho que la Junta de Gobierno de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) está dividida en dos bandos: los que consideran a la AEE como un haber público patrimonial y los que creen que es simplemente una corporación pública más que ofrece un servicio vital al pueblo de Puerto Rico que debe estar sujeta, sin contemplaciones, a la posibilidad de privatizarse. Es decir, a entregarla a la avaricia y el afán de lucro del capital privado.
Pues, bien. Ese sector de los que creen en la privatización vuelve a arremeter, en alianza con el periódico El Nuevo Día, para crear una matriz de información apocalíptica con una nueva fecha: el 16 de abril de 2015. Ahora lo que pretenden es provocar una falsa alarma con respecto al cumplimiento con los nuevos estándares de Emisión de Mercurio y Tóxicos al Aire (MATS, por sus siglas en inglés).
Se crea alarma en la opinión pública de que la AEE podría estar expuesta a millonarias multas por violaciones ambientales, lo cual presuntamente amenaza con “afectar la confiabilidad del servicio eléctrico”.
La información tergiversada y manipulada que se ofrece es que la AEE se verá obligada a sacar de operaciones las unidades 3 y 4 de la central Palo Seco y 9 y 10 de la central de San Juan para no violar las nuevas normas ambientales federales de EPA y no tener un sistema resguardado para casos de emergencia.
El detalle es que tres de estas cuatro unidades (las unidades 3 y 4 de Palo Seco y la 10 de San Juan) que incumplirían con los MATS están fuera de servicio por mantenimiento y han podido salir del sistema sin mayores inconvenientes, debido a que la demanda energética ha bajado notablemente.
Estadísticas de la AEE indican que entre los meses de julio a febrero de este año fiscal en curso las ventas de electricidad se han reducido en un 3.4%, en tanto que el número de abonados ha caído un 14% en relación al mismo período del pasado año fiscal. Por su parte, el Banco Gubernamental de Fomento revelan, por su parte, de manera más amplia que el consumo energético en Puerto Rico ya ha mermado un 15.8% desde el 2006 al 2014.
Hay que tomar en consideración que el éxodo de puertorriqueños principalmente a Estados Unidos ascendió a 218,137 durante los pasados cuatro años. Los estimados poblacionales publicados recientemente por el Negociado del Censo Federal (NCF) indican que durante el 2010-2011 la emigración neta se estimó en 28,391 individuos. Empero, para el período 2011-2012 subió a 38,364 y para el 2012-2013 fue de 45,764.
Así que el pronóstico apocalíptico de que el sistema se caerá al apagarce las unidades para no violar las nuevas normas de EPA, por lo que habrá grandes apagones cuando la demanda energética aumente en los meses de verano está contenido de una carga tendenciosa hacia el desprestigio de la capacidad de la AEE y de su privatización.
Indudablemente, la AEE tiene que trazar un plan urgente para subsanar esa amenaza de multas federales. Esto tiene que ser parte del plan de transformación del sistema energético del país que ya se ha ido estructurando.
El proximo martes se verá claramente el tono de esa campaña de los que favorecen la privatización del cual el presidente del Senado, Eduardo Bhatia, forma parte, cuando Lisa Donahue, la persona contrata por la Junta de Gobierno de la AEE para el plan de reestructuración de esa corporación pública cumpla con el citatorio senatorial para investigar en una sesión de ese cuerpo legislativo el desempeño de sus funciones.
Al principio de su contrato algunos analistas decían ojalá que la Junta de Gobierno de la AEE la deje trabajar. Pues sí la dejó trabajar y ha tenido el respaldo de ese cuerpo directivo de la AEE. Los que ahora, parece, no la quieren seguir dejando trabajar son otros, porque sus afirmaciones no suenan agradablemente a los oídos de los que favorecen la privatización. Mañana se verá toda esta agenda en la “Santa Inquisición” del Senado, presidida por el Presidente senatorial.
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