El presidente de la Unión General de Trabajadores (UGT), Gerson L. Guzmán López, expresó el rechazo total del gremio que dirige al acuerdo suscrito entre la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) y el consorcio LUMA por considerar que el mismo no beneficia en nada al pueblo puertorriqueño y de la poca información publicada sobre el mismo se desprende que será la empresa privada la que obtenga los mayores beneficios en el manejo de las millonarias aportaciones que hará el Congreso de los Estados Unidos para las mejoras a nuestro sistema eléctrico. 

“La información que ha estado circulando sobre este acuerdo, que es muy poca, apunta a un contrato donde la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) no obtendrá mayores beneficios, y pone en manos privadas, no tan solo la transmisión de la energía eléctrica, sino que todo lo relacionado a servicios, facturación y cobros queda en manos del consorcio Luma. Este acuerdo aumenta los costos de operación de la AEE y le da mano libre para que sea el ente privado el que maneje las asignaciones de fondos que otorgará el Congreso para la rehabilitación de nuestro sistema eléctrico”, expresó.

Guzmán López añadió que “al examinar esta información podemos darnos cuenta que la negociación llevada a cabo por los funcionarios de la AEE tuvo en muy poca consideración los intereses del pueblo de Puerto Rico al poner todos los aspectos favorables del lado de LUMA. Este consorcio no tan solo estará cobrando por sus servicios, sino que podrá facturar adicionalmente todos los gastos en que incurra de manera extraordinaria. Creemos que esto conllevará un aumento en la facturación, lo que constituye un total contrasentido con lo que siempre han dicho los que promueven la alternativa privada de que a través de la misma veríamos una reducción en el costo de los servicios”.

Para Guzmán López la forma en que se desarrolló la negociación de este acuerdo, la pobre información que se ha ofrecido y el correo electrónico que se ha hecho público sobre el trato que recibirán los trabajadores de la AEE bajo la nueva compañía administradora ponen de manifiesto que la ausencia de transparencia gubernamental y la política laboral de la nueva empresa tendrán como resultado un mal negocio para el país y los trabajadores.

“Si de entrada nos dicen que las fallas que hoy tiene el sistema van a seguir por largo tiempo, que no hay garantías de que baje la factura de la luz, que el control que antes tenía el gobierno ahora lo tiene la empresa privada y que prevalecerá una política anti obrera y anti unión en las nuevas operaciones, no podemos esperar nada bueno del presente acuerdo.  Por nuestra parte, expresamos total solidaridad con las expresiones y denuncias que ha hecho la UTIER sobre el proceso que llevó a este acuerdo y las nefastas consecuencias que pudiera tener para nuestro pueblo. Consignamos nuestra disposición a luchar, junto a todo el movimiento obrero del país, para garantizar que éste o cualquier otro acuerdo que vaya en contra de los mejores intereses de nuestro pueblo quede fuera de toda consideración dirigida a mejorar nuestra AEE”, precisó.


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