¿A dónde ha ido a parar el dinero de los empleados públicos?

En la mañana de hoy los medios de comunicación se han inundado con llamadas de los empleados públicos que han recibido su paga en el día de ayer por una cantidad menor a la que usualmente reciben. La explicación ofrecida por el secretario de Hacienda es una muy poco convincente. Además, hacer disponible el cheque en las Oficinas de Hacienda, constituye una solución poco razonable para la gran mayoría de los trabajadores. Una vez más la transparencia gubernamental ha estado ausente y la carga económica, por las razones que se han expresado esta vez, ha sido puesta nuevamente sobre las espaldas del pueblo trabajador.

Esta merma en el ingreso, que constituye una deuda adicional que, como lo ha reconocido, debe pagar el gobierno a sus empleados, se suma al aumento de precio que experimentaremos todos en el costo de la gasolina a partir del próximo domingo y la terrible tormenta que se cierne sobre el país si se llegara a aprobar el IVA del 16%, tal y como lo ha propuesto el primer ejecutivo.

La Unión General de Trabajadores hace un llamamiento al secretario de Hacienda para que inmediatamente explique a los miles de trabajadores del servicio público el por qué de la necesidad de hacer una nómina especial para resolver la situación creada por la reducción en el pago de la quincena de éste personal y más importante aún, cómo se facilitará el cobro a partir del mediodía del viernes.

No queremos pensar que la improvisación que ha caracterizado a esta administración gubernamental, en conjunto con la premura por contar con el dinero para el pago a los bonistas que debe hacerse durante este mes, y que asciende a la cantidad de $1,300 millones, se pretenda satisfacer con un nuevo sacrificio de los servidores públicos.

De igual manera, no podríamos creer que a través de esta medida se están creando las condiciones para, una vez más, mediante la justificación de que no hay dinero disponible para mantener funcionando el gobierno, se monte el chantaje acostumbrado e imponernos el IVA o un IVU del orden de un 16% que terminará por llevar al desastre nuestra precaria economía y llevar a la miseria a las masas trabajadoras puertorriqueñas. El Gobierno tiene la palabra.