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La activa intervención y cabildeos en la Legislatura del Delegado General y del Secretario de Organización de la UGT, Reynaldo Figueroa y Gerson Guzmán López, respectivamente, a favor del proyecto de ley que modifica el marco regulatorio de la industria hípica para darle respiración de primeros auxilios al Hipódromo Camarero que permita asegurar el empleo y evitar su cierre está evidenciando frutos. La Cámara de Representantes acaba de aprobar un proyecto de ley a tales efectos;

Aunque se descartó la propuesta original de instalar 300 máquinas del Sistema de Vídeo Juego Electrónico en las instalaciones del Hipódromo Camarero, el  sustitutivo al Proyecto de la Cámara 1772 permitiría establecer en las agencias hípicas hasta 2,500 terminales de videojuegos adicionales a los 2,500 que el estatuto avala y disminuye de 12 a 4 por ciento la participación del Gobierno en arbitrios por ingresos de las jugadas, según un rotativo del país.

Esta medida permite más ingresos para la industria hípica y la creación del Fondo de Crianza y Mejoramiento para fomentar la crianza y adquisición de ejemplares purasangre. Ese fondo se nutría en estos momentos de los premios de las apuestas no reclamados, recurso que hoy pasa al Fondo General.

Además, si la pieza legislativa se convirtiera en ley, los ingresos derivados de los premios regulares y suplementarios, así como cualquier otro caudal que generen los dueños de los ejemplares inscritos en la Administración de la Industria y el Deporte Hípico estarían exentos de cualquier tributación al fisco.

El proyecto de ley que tuvo una activa intervención y cabildeo para su aprobación de los compañeros Figueroa y Guzmán de la UGT, con una ponencia de éste último en vistas públicas legislativas, cumple la función de salvar cerca de 8,000 empleos directos e indirectos que estarían en peligro con el cierre del Hipódromo Camarero.

La pieza legislativa garantizará que se restituya la jornada regular de trabajo a los unionados de Camarero, tras su reducción por la precaria situación económica del Hipódromo, un compromiso contraído por el patrono con la UGT.