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Primero, la estrategia de la segunda mitad del pasado Siglo 20, principalmente bajo la gobernación de Luis Muñoz Marín, fue el desarrollo económico de Puerto Rico, mediante una repartición horizontal de la riqueza nacional. También, la construcción de una infraestructura de servicios esenciales a la ciudadanía. Un Gobierno constructor de progreso y que posibilitara efectivamente la actividad económica y la inversión de capital.

Las cosas han cambiado. Ahora, la escuela económica neoconservadora (prefiero llamarla así, que neoliberal), la cual domina al mundo, quiere regresar a un crecimiento económico vertical. Considera que con la inversión pública que ya se ha hecho en Puerto Rico es suficiente. Ahora lo importante es el crecimiento de los capitales personales y corporativos, a tono con esa ideología.  Lo que propone es un crecimiento económico para unos pocos.

Miren al extremo al que llegan los partidarios de esa escuela económica neoconservadora en Puerto Rico. Los neoconservadores que están tras bambalinas en La Fortaleza proponen cerrar 42% de las escuelas públicas para atajar la deuda pública. Se desprende de las vistas públicas senatoriales que la agenda del Gobierno de Puerto Rico para atajar la deuda pública de $72,000 millones tiene como punto focal los recortes al Departamento de Educación (DE). Estos gastos  representan el 22% del presupuesto del Fondo General.

La idea es traducir ese cierre de casi la mitad de las escuelas públicas, así como la reducción de maestros y de personal administrativo, en más dinero para el fisco. Eso es lo que recomienda al DE la firma Boston Consulting Group (BCG).

Durante las vistas públicas en el Senado, la firma BCG confirmó lo que por lo bajo se sabía, en cuanto a que en efecto están analizando el cierre de más escuelas. Es la razón por lo cual se evalúan las condiciones de la planta física y el desempeño académico de los estudiantes en cada una.

El pasado agosto, el año escolar inició con 70 escuelas menos. Esto provocó malestar entre los padres y el magisterio. Condenaron, además, los “criterios arbitrarios” que se utilizaron para la decisión del cierre de escuelas. Fueron las comunidades más pobres las que se perjudicaron.

La firma BCG ha sido contratada por el DE a un costo de $5 millones, según se confirmó en las vistas públicas legislativas. La recomendación de esa empresa es que las escuelas estén una de otra a menos de 3 a 4 millas de distancia en carro. Esto supone más de 40 minutos a pie. En esa visión de costo-efectividad, la justificación que los neoconservadores arguyen es que la matrícula se ha reducido en un 42% desde 1980.

La subsecretaria de Asuntos Administrativos del DE, Lilia Torres reforzó la argumentación de BCG. Arguyó en su deposición, “Son proyecciones… Esta es la realidad cruda en papel: si para 2020, vamos a tener 22% menos de matrícula, y nos mantenemos como estamos, vamos a tener 45%  de las escuelas vacías”.

El rostro humano de los pueblos ha desaparecido de la ecuación económica actual. La riqueza es lo único que se considera con valor. Todo se reduce a balancear el presupuesto fiscal para garantizar el pago a los bonistas de Wall Street, principalmente. A la misma vez, darle paso al capital privado para que ocupe el vacío que deja el Estado. Eso es lo que ha sucedido con la salud, con el aeropuerto y parte importante de la infraestructura nacional de las carreteras: las Autopistas. Y lo que se propone para otras corporaciones públicas. En fin, más dinero al capital privado y mayor miseria para la clase trabajadora y sus hijos.