US President Obama greets Cuban President Castro at the memorial service for Nelson Mandela in Johannesburg

Se viven momentos históricos en América. Toca a su fin la Guerra Fría en el Continente Americano. El inicio del fin de medio siglo en embargo a Cuba abre una nueva era política en esta parte del mundo.

El restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba y sacar al país caribeño de la lista de Estados terroristas es un gran paso de avance para la humanidad y un sólido fundamento para la paz. La apertura de viajes turísticos de estadounidenses a Cuba servirá de enriquecimiento cultural para ambos países.

El anuncio del restablecimiento de relaciones diplomáticas llega a horas de haberse conocido la liberación del contratista norteamericano Alan Gross, detenido desde hacía cinco años en Cuba, al igual que la liberación de un agente de inteligencia yanqui, cuya identidad no ha sido revelada, pero que según Washington llevaba 20 años preso en la isla y fue clave para identificar a espías cubanos que operaban en territorio estadounidense, a cambio de los tres cubanos antiterroristas acusados de espionaje y encarcelados en prisiones de Estados Unidos desde hacía 16 años.

“Empezaremos a normalizar las relaciones entre nuestros países”, aseguró el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en una declaración desde la Casa Blanca. Las medidas son “los cambios más importantes en más de 50 años”, dijo Obama, al tiempo que añadió que se abre “un nuevo capítulo”.

Se dice que previo a este importante anuncio, el día anterior el presidente Obama y el de Cuba, Raúl Castro, sostuvieron una larga conversación telefónica que duró cerca de una hora. Se trató del primer diálogo público de un presidente estadounidense con algún dirigente de Cuba, desde la revolución cubana de 1959.

En 2013, se logró un careo entre altos funcionarios cubanos y estadounidenses en Canadá, pero no de la magnitud de la conversación telefónica de presidentes de ambos países. Este año, hubo en el otoño otro encuentro importante en el Vaticano entre delegaciones diplomáticas de los dos países. Según fuentes del Vatincano, el Papa Francisco ha dado un apoyo “importante” al proceso.

La Casa Blanca anunció que Obama participará en la Cumbre de las Américas, que se celebrará en abril de 2015 en Panamá y en la que también está invitado Raúl Castro.

Hay un problema en todo esto: suprimir buena parte de las sanciones económicas requiere la aprobación de un Congreso estadounidense reacio a cualquier medida de deshielo, oposición liderada por los republicanos, especialmente del senador republicano por Florida, Marco Rubio, hijo de cubanos, quien se augura será próximo presidente de la Comisión de Exteriores del Senado. Empero, el Presidente de Estados Unidos dispone de un amplio margen de maniobrabilidad política unilateral conferida constitucionalmente a su puesto para normalizar las relaciones comerciales y diplomáticas.

Es fácticamente constatable que el embargo no ha servido para cumplir su propósito: la llamada democratización de Cuba. La revolución cubana ha sobrevivido a diez presidentes estadounidenses.

Las cosas han cambiado en Estados Unidos con respecto a los cubanos. La comunidad cubana en Florida, es hoy más heterogénea y se ha distanciado de las voces más recalcitrantes del exilio, aunque todavía influyentes en el Congreso de Estados Unidos. La oposición ciudadana al embargo contra Cuba es ya mayoría en Estados Unidos, particularmente entre la comunidad empresarial.