The-Federal-Reserve-Bank

El Banco de la Reserva Federal de Nueva York (BRFNY) no se conformó con hacer observaciones sobre la economía de Puerto Rico en 2012, sino que hizo una serie de recomendaciones dirigidas a la recuperación económica del país.

Una de esas recomendaciones fue reducir el coste de la actividad comercial. Dice el BRFNY que “la calidad del entorno comercial microeconómico es un factor clave que sustenta la competitividad de las empresas y la economía en las que operan”. Agrega la institución bancaria estadounidense que un número creciente de investigaciones ha mostrado que la calidad de las instituciones y, en términos más amplios, la facilidad para desarrollar actividades comerciales son determinantes para la creación de empresas y el crecimiento económico.

Pues, en el caso de Puerto Rico, el estudio del BRFNY observa que los altos costos de realizar actividades comerciales —incluyendo el tiempo y costo requeridos para cumplir con ciertas reglamentaciones y requisitos burocráticos— impiden un entorno comercial dinámico. Simplificar la reglamentación aplicable a la industria y el comercio es una de sus sugerencias. Se arguye que “ciertos procesos regulatorios son onerosos y consumen mucho tiempo y podrían mejorarse”.

El BRFNY hace referencia a un estudio anual del “Doing Business” del Banco Mundial que evalúa el entorno comercial de 183 economías, que demuestra cuán fácil o difícil pueda ser para un empresario local abrir y hacer funcionar un pequeña o mediana empresa cuando cumple con todas las normas pertinentes. En 2012, Puerto Rico se encontraba en el puesto 43 de 183 economías del mundo.

Disminuir las tarifas de electricidad fue otra de las recomendaciones a Puerto Rico del BRFNY. La institución financiera alega que el costo de electricidad —un insumo clave para los negocios en todos los sectores económicos— es “significativamente más alto en Puerto Rico que en todas las áreas de Estados Unidos continentales”. Esto ha perjudicado, según este estudio del BRFNY, la competitividad de los manufactureros en Puerto Rico y ha reducido el ingreso que los residentes de Puerto Rico pueden gastar en bienes y servicios.

Visualiza el BRFNY que las tarifas de electricidad son sustancialmente más altas que en Estados Unidos, en gran parte porque el 70% de la energía eléctrica generada es de petróleo, en comparación con únicamente el 1% de la generación en territorio estadounidense que depende del crudo. El costo por unidad de energía proveniente del petróleo fue aproximadamente dos veces el precio el precio del gas natural en el Reino Unido en julio de 2012 y cuatro veces el precio en Estados Unidos.

Otros dos factores para las tarifas altas de electricidad en Puerto Rico, según el BRFNY, son los pagos de intereses y principal de la enorme deuda de la AEE y el robo de electricidad a gran escala.

Se recomienda, además, en ese estudio mejorar las infraestructuras del transporte. Dice el BRFNY que existen dos aspectos clave de la infraestructura de transporte que se mencionan con frecuencia como contribuyentes de los elevados costos comerciales en Puerto Rico y como obstáculo para la actividad comercial en el país. Uno de ellos es la Ley Jones, que afecta la actividad comercial exterior e interior de Puerto Rico. El otro, una infraestructura local de transporte subdesarrollada e inadecuada.

La Ley de Marina Mercante de 1920, conocida como las leyes de cabotaje de la Ley Jones, requieren que todas las mercancías o pasajeros transportados por agua entre los puertos de Estados Unidos (incluyendo a Puerto Rico) utilicen buques bajo insignia de Estados Unidos, construidos principalmente en territorio estadounidense, propiedad de ciudadanos estadounidenses y tripulado por ciudadanos de Estados Unidos permanentemente. Esto eleva grandemente los costos de transportación marítima por ser la de Estados Unidos la marina mercante más cara del mundo.

Los datos disponibles muestran, conforme a la argumentación del BRFNY, que el transporte marítimo es más costoso para Puerto Rico que para sus pares regionales y que la actividad en los puertos puertorriqueños ha estado a la zaga de las de otros puertos regionales en los últimos años.

Finalmente, el BRFNY recomienda movilizar y agilizar el financiamiento para el desarrollo y crecimiento comercial en Puerto Rico. Subraya la institución bancaria que un sistema financiero sólido que transforme de manera eficiente el ahorro en inversión productiva es una característica fundamental de una economía que funciona bien y es esencial para la competitividad. Sin embargo, en el caso de Puerto Rico, problemas tanto cíclicos como a largo plazo están limitando la disponibilidad de crédito para las empresas locales de Puerto Rico. “La condición y el desempeño de los bancos se deterioraron considerablemente en los últimos años tras el auge y la caída en los préstamos de bienes raíces, dejando los bancos con aversión al riesgo y mal posicionados para prestar.

Agrega, finalmente el BRFNY que los bancos comerciales privados de Puerto Rico son los principales intermediarios del crédito en el país, pero, sin embargo, estas instituciones no están bien posicionadas para realizar préstamos en el entorno económico actual, después del auge del crédito y el deterioro considerable de la calidad de los activos.

¿Qué ha hecho o que ha tenido que decir el Gobierno de Puerto Rico, de una u otra administración, acerca de estas recomendaciones? La contestación es el canto de un coquí (la pequeña ranita endémica de Puerto Rico).