Puerilidad

Es pueril seguir haciendo lo mismo para pretender resultados diferentes. Es lo que sucede en Puerto Rico. Se quiere repetir bajo circunstancias distintas lo que tuvo éxito temporal.

La operación “Manos a la Obra”, mediando para su éxito los bajos salarios y la exención contributiva a través de la inversión de capital extranjero por invitación, fue exitosa durante la postguerra a mediados y hasta casi finales del siglo pasado. Incorporó un modelo de desarrollo económico que ya caducó. Las nuevas circunstancias hicieron a ese modelo económico obsoleto.

Pretender reducir el salario y los beneficios laborales derogando legislación del trabajo bajo el mismo costo de vida del presente y con su actual tasa inflacionaria es un disparate. Tal visión es anacrónica.

El ajuste de bajos salarios y la reducción del costo de vida no serían un proceso automático. Lo único que se lograría maximizar serían las ganancias de los inversores. Habría mayores ganancias mediante bajos salarios, pero manteniendo el mismo estándar económico y costo de vida determinado por los actuales precios de bienes y servicios. El ajuste económico tendrá que ser impuesto desde el gobierno y eso es muy difícil en el actual sistema económico y político.

Por eso la pretensión de volver a programas similares a “Manos a la Obra” con reducción de beneficios salariales y laborales para los trabajadores, amén de exenciones contributivas y privilegios para el capital, empobrece al pueblo. Es volver a circunstancias deprimentes de vida ya superadas por lograr índices de inversión complacientes de capital.

El futuro está en propiciar inversiones de capital nativo mediante la explotación de manera inventiva de los recursos endógenos que desarrollen una agroindustria rentable. Además, preparar y educar a nuestra mano de obra para la inversión extranjera de una industria de alta tecnología, con buenos salarios para una clase trabajadora verdaderamente bilingüe y con los conocimientos adecuados que estén a la altura de los tiempos y hagan competitivos al país y a su gente.