Para el presidente de la Unión General de Trabajadores (UGT), Gerson Guzmán López, elevar el “flexitime” a rango constitucional, como propone el presidente del Partido Popular Democrático (PPD), Héctor Ferrer, “no es algo nada positivo e innovador que redunde en beneficio para la clase trabajadora”. Arguyó que, por el contrario, constituye un retroceso al ambiente laboral de salud y bienestar para la clase trabajadora.
La jornada de trabajo de 10 horas al día y cuatro días a la semana es ya posible con la mal llamada Reforma Laboral implantada por la administración actual bajo la Ley de Transformación y Flexibilidad Laboral (Ley Núm. 4 de 2017). Este estatuto ya reconoce el derecho a la jornada alterna de 10 horas al día y cuatro días a la semana, comúnmente conocida como “flexitime”.
Ferrer propuso una enmienda a la Constitución del Estado Libre Asociado (ELA) de Puerto Rico para establecer que los empleados puedan tener el derecho de realizar 40 horas de trabajo en solo cuatro días de una semana laboral. Además, lo único nuevo, según el dirigente sindical, es que la propuesta de Ferrer dispone la doble compensación para las horas extraordinarias y garantiza el periodo de ingerir alimentos durante ese tiempo.
No hay nada nuevo en la propuesta, puesto que el “flexitime” está ya a disposición de los patronos y los trabajadores, de éstos solicitarlo voluntariamente.
Guzmán López indicó que Ferrer y la actual administración gubernativa callan y no revelan el hecho de que se ha evidenciado empíricamente que la productividad de los trabajadores disminuye, en la medida en que se trabajaban más horas diarias.
“La jornada laboral de siete horas diarias ha dado sus frutos donde se ha implantado, resultando en un incremento en la productividad de 10% y hasta un 15% Además, los trabajadores valoran mucho el poder regresar a sus hogares más temprano”, dijo el líder de la UGT.
Agregó que la evidencia empírica revela que los trabajadores con jornadas laborales más cortas alcanzan los mismos objetivos, pero de manera más eficiente y con menos días de licencia por enfermedad.
El dirigente sindical hizo referencia a una investigación realizada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), publicada en la revista The Economist, que concluye que cuanto más larga es la jornada diaria de trabajo más disminuye la productividad.
Sostuvo que otro estudio sobre Gestión del Tiempo en el Trabajo, realizado por WorkMeter, indica que la media correspondiente al tiempo productivo es de 6 horas y 34 minutos.
A su modo de ver, la propuesta jornada de trabajo hecha por Ferrer altera de manera significativa y fundamental la vida familiar. “Nuestras vidas están organizadas para tener, cuando menos, 8 horas de trabajo, 8 horas de descanso y 8 horas de sueño”.
“Todos sabemos que la jornada regular de trabajo es mucho más extensa que las 8 horas en el centro de trabajo. Entre los preparativos y el viaje al trabajo, así como el regreso al hogar, extiende esa jornada a unas doce horas diarias. Esto es, si el embotellamiento vehicular es el acostumbrado. Imagine a cuánto se extenderá la jornada con el cambio propuesto”, argumentó Guzmán López.
“Nada en la propuesta de Ferrer ni en el ya aprobado “flexitime” garantiza que el día que se acortará en la jornada semanal de trabajo será el viernes, para hacer un fin de semana de tres días de asueto”, terminó diciendo.