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Anne Krueger se escapó pudorosamente por un resquicio del contrato con el bufete que alquiló sus servicios profesionales para que el Informe Grueger no pudiera utilizarse en un tribunal en caso de que los acreedores demanden a Puerto Rico por impago. La argucia utilizada para ello es que los datos obtenidos para el análisis económico fueron suministrados por el Gobierno de Puerto Rico sin una auditoría externa y no son confiables y objetivos. Entonces, ¿por qué el Grupo de Trabajo para la Recuperación Fiscal y Económica de Puerto Rico creado por el Gobernador tiene que elaborar un plan de ajustes basándose en las conclusiones del Informe Krueger?

Krueger y los demás ex cachanchanes del Fondo Monetario Internacional (FMI) fueron contratados por el bufete de abogados Cleary Gottlieb Steen & Hamilton, LLP, por la suma de $400,000 para validar cualquier posible argumentación forense que sea necesario en caso de una demanda de los acreedores opuestos a un posible plan de renegociación o reestructuración de la deuda pública de Puerto Rico.

Con los topos cargados, el Informe Krueger propone poner toda la carga de la crisis sobre los hombros de la clase trabajadora, bajo el argumento de que las leyes y beneficios laborales encarecen el clima de inversión de capital privado en Puerto Rico, haciendo poco competitivo económicamente al país. En otras palabras, la opción de los ex cachanchanes del FMI es empobrecer a Puerto Rico y a su clase trabajadora para crear un clima de inversión atractivo. Esta es la teoría de la vuelta a la base cero; volver al Puerto Rico de la década de 1950 que hizo posible la industrialización del país.

El fallo de esa teoría es que ya no hay vuelta atrás. La realidad económica mundial es otra y la industria manufacturera de mucha mano de obra barata de una fuerza laboral poco diestra en una línea de producción de un taylorismo que quedó en el pasado. La producción en cadena, producción en masa, producción en serie o fabricación en serie fue un proceso revolucionario de producción industrial, cuya base es la cadena de montaje o línea de ensamblado o línea de producción; una forma de organización de la producción que delega a cada trabajador una función específica y especializada en máquinas. Ese tipo de industria se fue de Puerto Rico para países subdesarrollados del Tercer Mundo, principalmente de Asia.

¿Cuál es la competitividad económica que se quiere para Puerto Rico?

El futuro de Puerto Rico estriba en dos factores económicos e industriales: en la explotación de sus recursos endógenos, principalmente de su potencial iagroindustrial, y en el concepto de industria 4.0 (también señalado como Industria inteligente o Ciber-industria del futuro). Este concepto industrial corresponde a una nueva manera de organizar los medios de producción. El objetivo que pretende alcanzarse es la puesta en marcha de un gran número de « “fábricas inteligentes” («smart factories») capaces de una mayor adaptabilidad a las necesidades y a los procesos de producción, así como a una asignación más eficaz de los recursos, encarrilándose así por la vía a una nueva revolución industrial o cuarta revolución industrial. Las bases tecnológicas en que se apoya esta orientación son, entre otras, las siguientes: (1) el multiuso de Internet en el proceso de producción; (2) Sistemas ciberfísicos (3) Cultura maker (Cultura “Hágalo usted mismo”).

Pero la Industria 4.0 no se reduce exclusivamente a los cuatro puntos recién citados, puesto que es mucho más que eso. La Industria 4.0 es consistente con la llamada Cuarta Revolución Industrial, enfatizando y acentuando la idea de una creciente y adecuada digitalización y coordinación cooperativa en todas las unidades productivas de la economía.

Este concepto de Industria 4.0, es un nuevo hito en el desarrollo industrial que sin duda marcará importantes cambios societarios en los próximos años, haciendo un uso intensivo de Internet y de las tecnologías de punta, con el fin primordial de desarrollar plantas industriales y generadores de energía más inteligentes y más respetuosos con el medio ambiente, y con cadenas de producción mucho mejor comunicadas entre sí y con los mercados de oferta y demanda.

Después del desarrollo de la máquina de vapor y de la mecanización, del desarrollo de la electricidad con fines domésticos e industriales de fines del Siglo 19 y luego de la automatización (siglo 20), la nueva etapa (cuarta etapa) de la transformación industrial se sustenta en la llamada fábrica inteligente, caracterizada por la interconexión de máquinas y de sistemas en el propio emplazamiento de producción y por un fluido intercambio de información con el exterior (nivel de oferta y demanda de los mercados, gusto y necesidad de los clientes, y la interconexión con otras fábricas inteligentes).

No es empobreciendo a la clase trabajadora que se soluciona el problema económico y fiscal de Puerto Rico. Es atemperando su economía al mundo de hoy.