Estimados compañeros y compañeras:
A partir del mes de noviembre del pasado año hemos mantenido un intenso proyecto de comunicación y denuncia sobre las medidas que habría de tomar la Junta de Control Fiscal y su impacto en nuestras vidas. Celebramos reuniones en cada una de las regiones del país y en nuestras oficinas en Río Piedras. En todas se ha estado haciendo énfasis en que debemos mantenernos alertas y dispuestos a la movilización, puesto que la carga más pesada, en lo que se refiere al pago de la deuda gubernamental, se pondría sobre los hombros de la clase trabajadora. Por lo tanto, la ofensiva patronal que hemos visto desde la juramentación de la nueva administración gubernamental no debe constituir una sorpresa para amplios sectores de nuestra matrícula.
Desde un principio establecimos que la Unión General de Trabajadores no se quedaría de brazos cruzados ante cualquier iniciativa que afectara los derechos y conquistas de los trabajadores y trabajadoras que representamos. En esa dirección hemos continuado el esfuerzo educativo y de preparación para las luchas necesarias, formando un grupo de uniones que en total representamos a más del 75% de los trabajadores organizados del País. A tales efectos estamos ampliando el proceso educativo y la coordinación de actividades que hagan sentir nuestra oposición a la “deforma laboral” que se nos pretende imponer.
Se equivocan los que pretenden hacer retroceder la legislación laboral a los tiempos de la esclavitud. Resulta inconcebible que se pretenda aprobar una mal llamada Reforma Laboral, que elimina de un plumazo derechos fundamentales de los trabajadores, sin que se nos brinde la oportunidad de discutir racionalmente los mismos, se niegue la celebración de vistas públicas donde participen los representantes de los trabajadores y solo se escuche al sector patronal, incluido el nominado Secretario del Trabajo.
No hay nada que justifique la premura y el atropello con el cual se está tratando un asunto tan serio como éste. Partir de un “estado de emergencia”, justificar la negativa a discutir sosegadamente el alcance de estas medidas y su impacto en la economía bajo la falsedad de que ya las mismas se hicieron de conocimiento general mientras se discutía el programa de gobierno del partido que ganó las elecciones, negarse a realizar o presentar un estudio que demuestre su impacto real, resulta en un insulto a la inteligencia del país y una falta de respeto al proceso legislativo.
Las organizaciones patronales que han venido impulsando esta legislación anti obrera, orquestada desde la Junta de Control Fiscal y con el respaldo servil de la nueva administración gubernamental, demuestran tener un pobre compromiso con el bienestar y el desarrollo del país y una desmedida ambición por el incremento de sus ganancias corporativas.
La experiencia acumulada a lo largo de las pasadas dos décadas, donde se han estado tomando medidas contra el pueblo trabajador, evidencia que no se crean más empleos, recordemos la incumplida promesa de la Ley de Cierre, no aumenta la tasa de participación laboral y lo que es peor, la economía ha ido en retroceso. Lo único que se ha logrado es empobrecer a la familia trabajadora, liquidar a la llamada clase media, y privilegiar a un reducido grupo de empresarios. La gran mayoría de los economistas del país resaltan los efectos detrimentales que tendrá para todos la aprobación de la legislación propuesta.
Tengamos presente que no se trata tan sólo de las mentiras de la aplicación futura de las medidas, como si a los trabajadores no nos importara el futuro de nuestros hijos, o del impacto en un sector de la clase obrera y en otros no.
Ahora se descorre en su totalidad el velo de la conspiración patronal y se hace evidente el propósito real que persiguen la Junta de Control Fiscal y los administradores del momento: llevar a la más absoluta miseria al pueblo trabajador para ellos mantener sus privilegios y el gobierno pagar a los bonistas y continuar haciendo préstamos. Tanto así que ya se anunció que las mismas medidas que se pretende imponer en el sector privado serán incorporadas a la legislación del patrono único que está contenida en el Plan para Puerto Rico del actual partido en el gobierno.
Nuestra matrícula debe mantenerse alerta y en pie de lucha. De la misma manera que hemos estado educando sobre los objetivos de la Junta de Control Fiscal y su adopción por la clase política del País, también debemos estar listos para asumir las actividades de resistencia y lucha que estaremos desarrollando. Tenemos que estar preparados para una lucha que será prolongada, intensa y con múltiples dificultades. No vamos a rendirnos.
¡Vamos a luchar unidos y unidos vamos a vencer!
Gerson L. Guzmán López
Presidente
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