La realidad es que el actual sistema contributivo es injusto, puesto que pone la carga contributiva sobre los hombros de la clase trabajadora y permite la evasión contributiva a los contribuyentes de mayores ingresos económicos.
Únicamente, unas 12,000 personas, o sea, menos del uno por ciento de los contribuyentes informan bajo el actual sistema contributivo ingresos superiores a los $150,000 al año y muchos profesionales reportan, en promedio, un ingreso neto anual de $16.500. Esto incluye a médicos, abogados e ingenieros.
En el ámbito empresarial, se recurre a mil maneras de hallar exenciones y atribuir pérdidas a las operaciones de las empresas.
Hay muchas alternativas contributivas. La que la actual administración de Gobierno ha escogido es la del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en la cadena de producción o distribución y mercadeo. Y, aunque no es un impuesto directo al consumo, es el consumidor el que termina pagando el impuesto cuando se le suma al coste del producto o servicio que se compra.
Empero, hay también la opción de las contribuciones al ingreso de las personas que trabajan y la contribución a las ganancias de capital. Por lo tanto, hay, a su vez, dos tipos de contribuyentes: los asalariados que tributan sobre la base de sus sueldos; los individuos que obtienen trato preferencial para pagar sus ingresos de capital, entre ellos, dividendos repartidos entre los dueños de una empresa; y el contribuyente que obtiene ganancias de activos de capital tras la venta de un negocio o propiedad o mediante intereses obtenidos de los bonos y cuentas IRA, entre otras ganancias de capital.
El informe que KPMG, la empresa que contrató el Gobierno para hacer el estudio sobre el IVA, recomienda la derogación de la Ley para
Incentivar el Traslado de Individuos Inversionistas a Puerto Rico (Ley 22) y de la Ley 20, conocida como la “Ley para Fomentar la Exportación de Servicios).
Hay que tener en cuenta que los ingresos por ganancias de capital mediante el concepto del Ingreso Bruto Ajustado representaron tan sólo en 2012 un 13.8% de los recaudos al fisco.
El nuevo sistema contributivo propuesto por el gobernador Alejandro García Padilla propone un Impuesto al Valor Agregado (IVA) de un 16%. Esta tributación podría ascender a 17.5%, si no se elimina el IVU municipal de 1.5%, que todavía es un punto de discusión con los alcaldes del propio partido de Gobierno.
Quedarían eximidos del IVA las medicinas recetadas, los alimentos no procesados, la renta residencial privada y la educación pública y ahora se propone la exención al pago de dicho tributo de la educación universitaria privada. También, los servicios financieros, equipo para ayudar a personas con sus deficiencias físicas o fisiológicas, la veenta de bienes o servicios cubiertos por Medicare, Medicaid o el programa Mi Salud.
Otros bienes y servicios exentos del IVA serían la venta de bienes o servicios comprados por el gobierno federal o estatal, la gasolina, diesel, combustible de aviación, “gas oil”, petróleo crudo y sus derivados, las habitaciones de hoteles que pagan impuestos a la Compañía de Turismo, bienes adquiridos bajo el Programa de Asistencia Nutricional (PAN) y el programa WIC, venta y arrendamiento de propiedades inmuebles como casas, edificios comerciales, etc., la transferencia de bienes y servicios prestados por organizaciones sin fines de lucro, la importación y venta de maquinaria o material médico-quirúrgico, la venta e importación de artículos para la agricultura, la venta e importación de bienes por un comerciante dedicado a negocio turístico y la venta e importación de diversos tipos de automóviles.
Una cuarta parte de los recaudos del IVA se destinará al pago y servicio a la deuda.
Los contribuyentes que ganan menos de $40,000 al año individualmente o $80,000 en pareja no tendrán que rendir planillas de contribución sobre ingresos ni se deducirá el pago contributivo de sus pagos de nómina. Esto representa unoa 850,000 contribuyentes.
Aquellos que ganan $35,000 o menos anuales, recibirán tres veces al año un cheque de reembolso de un cantidad porcentual de lo que hayan pagado del IVA en sus compras. Los que ganan $20,000 o menos anuales se les reembolsará el cien por ciento de los pagos al
IVA.
El sector industrial ha presentado dudas con respecto a esta reforma contributiva. Su cuestionamientos son:
• ¿Qué sucederá durante el período de transición del IVU al IVA?
• ¿Cómo será ese proceso de transición de entre 18 a 24 meses?
• ¿Cuánto serán las tasas contributivas para individuos o corporaciones que tengan que tributar?
• ¿Cómo se otorgará el crédito a las comerciantes que hacen transacciones de negocio a negocio (business to business).
• ¿Acaso se eliminará la contribución sobre el inventario?
• ¿Cuál será la decisión en cuanto a si se extenderá el impuesto del cuatro por ciento a las empresas foráneas otros cinco años, luego del 2017?
Por su parte, los pensionados ponen en duda la capacidad del Departamento de Hacienda para procesar eficientemente los reembolsos por el pago del IVA a aquellos con ingresos anuales de $35,000 o menos y en el caso de las devoluciones del cien por ciento del pago del IVA a los de ingresos al año de $20,000 o menos.
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