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El movimiento obrero puertorriqueño dejó establecida de forma manifiesta una expresión contundente el pasado viernes, 11 de septiembre, contra el plan de ajuste fiscal y económico propuesto por el gobernador Alejandro García Padilla. Haya o no quedado complacidas las expectativas de movilización de todos los sectores de opinión, lo cierto es que los miles de trabajadores que se congregaron frente al Capitolio y marcharon a La Fortaleza se expresaron clara y contundentemente: no se permitirá que la clase obrera resulte ser el pagano de la crisis.

Ha quedado demostrado que con sus variantes de intensidad de compromiso y movilización hay voluntad de lucha para enfrentar el plan de ajuste fiscal y económico propuesto. No queda duda del rechazo absoluto de la clase trabajadora al plan a todas luces nefasto.

Si se ahondara en el trabajo de movilización amplio con los demás sectores del pueblo, sin duda habría la capacidad de una manifestación de visos históricos por su masividad. El pueblo trabajador necesita recobrar la confianza en si mismo. Los pasos se están dando.

Cada vez se hace más manifiesta la consigna de que “sólo el pueblo salva al pueblo”. Pero hace falta voluntad, determinación hay confianza” para ello. Más temprano que tarde el pueblo trabajador se pondrá de pie y echará a andar.

En la UGT hemos comprobado que sí existe la capacidad y la voluntad de movilización del pueblo trabajador. Pero esa movilización hay que trabajarla con eficiencia y mucha determinación.

El futuro es nuestro.