DTRH

Los trabajadores del Departamento del Trabajo y Recursos Humanos (DTRH) estamos hartos ya de un Secretario del Trabajo que no cumple con la misión ministerial en su propia agencia de mediador para el logro de una paz laboral en el país que se le confirió con su nombramiento al cargo. Es por eso que este próximo viernes, 6 de junio, nos lanzaremos nuevamente a piquetear a la calle, de 11:30 de la mañana a 1:00 de la tarde, frente a la sede del Departamento del Trabajo y Recursos Humanos en Hato Rey.

Es perturbador que el licenciado Vance Thomas forme parte del grupo de altos funcionarios gubernamentales el Gobierno que negocian en la Fortaleza con el movimiento obrero la manera de aminorar el impacto sobre la clase trabajadora del propuesto decreto por ley a través de los proyectos legislativos de Cámara y Senado de una emergencia fiscal en el país. Si no ha sido bueno para lo poco con los trabajadores de la propia agencia que dirige, ¿cómo podría serlo con lo mucho en el caso de los servidores públicos de todo el Gobierno en esa negociación en Fortaleza?

El licenciado Thomas, que el cargo que le cae mejor es el de abogado patronal, pretende seguir aplazando, como viene haciendo desde hace meses, la negociación del Convenio Colectivo y la implantación del Plan de Clasificación y Retribución hasta cuando comience el nuevo año fiscal el primero de julio, con el fin de que ya se haya aprobado la Ley de Emergencia Fiscal y las posibilidades incrementales de beneficios económicos sean nulas, conforme a lo que ese estatuto dispondrá.

Se pretende con estas medidas de emergencia fiscal la suspensión de beneficios económicos incrementales, beneficios marginales y bonificaciones, así como la eliminación de la liquidación de licencias en exceso por enfermedad  y la uniformidad  a  $600  de  los  bonos  de  Navidad  en   las agencias del Gobierno central y las corporaciones públicas.

Sin embargo, los números indican que ni la deuda ni el déficit fiscal tienen que ver directamente con el coste de nómina del Gobierno. A pesar de que en 2007 la nómina para 216,000 trabajadores en el Gobierno era de $5,190 millones (56% del presupuesto),  ya para abril de 2014 esa nómina se redujo a 91,274 con un costo de poco más de $3,000 millones (37% del presupuesto).  Para una entidad de servicio como lo es el Gobierno, donde el recurso humano es su principal factor, el gasto de nómina es razonablemente bajo.

No obstante haberse reducido el coste de nómina en el Gobierno durante el período de 2007 a abril de 2014, la deuda creció en ese mismo período de $46 mil millones a $74 mil millones. De $838 millones que se pagó a los bonistas del presupuesto aprobado en el año fiscal 2007-2008, ese pago en el año fiscal 2012-2013 del fisco a los bonistas ascendió a $1,164,858.

Nada. Que hay sobradas razones para piquetear este próximo viernes, 6 de junio, frente a la sede del DTRH, de 11:30 a 1:00 de la tarde. ¡No faltes!