-Puerto-Rico

El Gobierno de Puerto Rico sigue a la deriva económicamente. No existe un plan de desarrollo económico para el país. La estrategia de día a día, de inmediatez para atender el problema de la crisis económica y principalmente fiscal, con na urgencia de impago de la deuda pública, es poner remiendos aquí y allá, por no haber plan articulado.

El análisis que ha hecho la agencia de calificación Standard & Poors es que el principal problema que tiene en estos momentos Puerto Rico para acceder a los mercados de crédito es que su economía no crece. No hay un plan fiable de crecimiento económico ni su economía refleja perspectivas de mejoría.

La preocupación, a juzgar por la opinión de los expertos, no debe ser tanto los problemas inmediatos de liquidez fiscal, sino las tendencias económicas que son la que subyacen en la raíz de la falta de crédito.

Puerto Rico está en recesión desde 2006 (aunque en 2012 registró leves avances) y acumula una deuda de más de 73.000 millones de dólares. Para S&P, Puerto Rico debe establecer un plan para compensar el impacto que ha tenido en la manufactura (que supone la mitad de la riqueza de la isla) la eliminación de los programas de incentivos contributivos (Sección 936 del Código Federal de Rentas Internas) con el desarrollo de otros sectores, como el turismo o los servicios.
Dice S&P: “Pensamos que la economía de la isla necesita crecer si tiene que manejar el déficit de los programas de salud y de retiro”.

Según sus previsiones, la economía de Puerto Rico seguirá “estancada” o con un crecimiento “mediocre”, porque el avance del turismo o los servicios no podrá compensar el retroceso de la manufactura y la descapitalización industrial.

“El indicador clave de la economía de Puerto Rico ha registrado continuas caídas, marcando casi dos años de bajada y su segundo mayor retroceso en 2014. El desempleo sigue alto, mientras que la tasa de participación laboral ronda un triste 40 % y eso preocupa a las compañías acreditadoras, por ser un problema económico de marca mayor.