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Pese a que bajo la sombrilla de la Administración de los Sistemas de Retiro (ASR) hay dos diferentes retiros, uno el de los empleados del Gobierno y otro el de la Judicatura, cada uno de esos sistemas debe administrarse de manera individual. No es saludable cruzar fondos de un lado para otro.

Lo que refleja la auditoría de la Oficina de la Contralor en cuanto a la utilización de fondos de retiro de los Empleados del Gobierno para cubrir deficiencias de flujo de efectivo (cash flow) del Sistema de Retiro de la Judicatura durante un período de nueve años es escandaloso y preocupante.

El informe de la auditoría refleja que para los años fiscales de 2004-05 al 2013-14, ASR utilizó fondos por $21,680,804 del retiro de los empleados del Gobierno para cubrir gastos no autorizados por ley a los fines de cubrir deficiencias del Sistema de Retiro de la Judicatura.

Desviar fondos de un sistema de retiro a otro constituye una mala práctica administrativa que atenta contra el deber de fiducia de ASR de velar por los fondos de jubilación y retiro de uno y otro sistema bajo su sombrilla y pone en riesgo la estabilidad del sistema y el derecho, en este caso en particular, a un retiro digno de los empleados del Gobierno, a quienes se les está saqueando el dinero de sus cuentas para fines distintos a los autorizados por ley.

Los administradores de los sistemas de retiro tienen que tener en cuenta que la inmediatez resolutiva del problema de liquidez de un sistema mediante el cruce de fondos de un sistema de retiro a otro tiene consecuencias nefastas para el sistemas que sufre la exacción. No se puede resolver el problema de liquidez de uno de los sistemas de retiro con el dinero del otro. Esta práctica no es permisible y contraviene el deber fiduciario de ASR con ambos sistemas de retiro.