Como era de esperarse por lo que implica para el bolsillo de los trabajadores de ASEM y de todos los empleados públicos, el piquete en la plazoleta del Centro Médico fue todo un éxito. Gracias a la militancia de muchos en ASEM se dejó sentir la indignación y el coraje que prevalece por la injusticia de reducir a miseria la aportación patronal al plan médico.

La pesada carga injusta que se pondrá sobre los hombros de los trabajadores a partir del mes de julio la aportación patronal a los planes médicos de los empleados se reduce a sólo $100 mensuales, aparte de las otras muchas cargas pesadas que se desprenden de la Ley PROMESA que se traducen en políticas de austeridad de la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) y el Gobierno de Puerto Rico, tendrá el efecto práctico de reducir el ingreso salarial neto de los empleados públicos.

Esto fue lo que se dejó manifiesto en la opinión pública con el piquete en la plazoleta del Centro Médico. Duele en las fibras internas de la sensibilidad humana que aquellos que tengan un plan médico familiar, la reducción a su salario por vía de su aportación mensual será de $647 al mes. Ahora su aportación mensual es de $37.00. Mientras que aquellos empleados de ASEM que tengan un plan médico de pareja, se puso también de ejemplo, cuya deducción de su salario es ahora de tan sólo treinta y un dólares y 36 centavos, tendrán que aportar a dicho seguro médico la friolera de $428.60 mensuales, de $31.72 de deducción de su salario para su seguro médico.

La situación de madres solteras con dos y tres hijos que son enfermeras en el Centro Médico, y cuyo único sustento económico en su familia es el de ella, hace que la situación que enfrentarán a partir de julio sea más patética todavía con esta reducción de facto en su salario como resultado de disminuirse la aportación patronal.

Esta reducción salarial se extiende, dijo el presidente de la UGT, Gerson Guzmán López durante el piquete en el Centro Médico, a todos los empleados públicos, incluyendo no únicamente los de las corporaciones públicas, sino de las agencias de la administración central del Gobierno. Ello es así, puesto que —según dijo— existen en estos momentos agencias cuya aportación patronal al plan médico de sus empleados supera los $100 y cuyo costo de la prima mensual del seguro médico en exceso de la centena de dólares que aporta el patrono lo tendrá que cubrir el servidor público de su escuálido salario.

Esta carga pecuniaria de los trabajadores del sector público se suma a todas otras penurias económicas que se han impuesto y se pretenden imponérseles a la clase trabajadora del país para que sean los asalariados y más vulnerables del país quienes subvenciones con sacrificios la crisis en que otros que se han turnado en el poder han sumido al país.

La matrícula de la UGT en ASEM tiene que mantenerse alerta y presta a la movilización de las futuras manifestaciones que se convoquen. El piquete reciente en la plazoleta para denunciar esta situación no será la única manifestación de protesta que se haga. Vendrán acciones más contundentes de la UGT a esos efectos. La militancia de los empleados de ASEM es fundamental en el éxito de esta lucha y de todas las que se emprendan.