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Tras la muy bien cubierta conferencia de prensa por los medios noticiosos en la plazoleta del Capitolio el 26 del pasado mes de mayo, la UGT fue citada a la Oficina de Relaciones Laborales de La Fortaleza, a cuya reunión dos días después asistieron Gerson Guzmán López, Secretario de Organización, y Erasto Zayas, Administrador General de la UGT, el curso de los hechos ha ido encaminándose por un entendimiento oficial sobre el despropósito y error de la consolidación del Cuerpo de Emergencias Médicas con el Cuerpo de Bomberos.

Ni cortos ni perezosos, el 2 de junio pasado comenzó un operativo de cabildeo en la Legislatura, como parte del plan de trabajo dirigido por Myrnalee Lamboy, vicepresidenta de la UGT, con la meta de poder acceder a los presidentes de las comisiones de Gobierno del Senado y la Cámara de Representantes, a donde se supone lleguen los proyectos de ley de la consolidación, presididas por Ángel Rosa en el caso del Senado y por José Varela, en la Cámara Baja. También fue nuestro objetivo poder dialogar con los presidentes de las comisiones de Salud en ambos cuerpos legislativos, el senador José Luis Dalmau, también Vicepresidente del Senado, y la representante Lydia Méndez.

Por haber vistas públicas en la Cámara de Representantes y en el Senado sobre el Presupuesto, no logramos reunirnos con estos legisladores, pero se pautaron reuniones para esta semana en curso con el senador Ángel Rosa y la representante Lydia Méndez. Estamos todavía por confirmar la fecha de una reunión con el representante José Varela y con el senador José Luis Dalmau.

No obstante, nos reunimos el pasado viernes con el representante Jesús Santa, miembro de la Comisión de Gobierno de la Cámara de Representantes.

Según información no confirmada, La Fortaleza remitirá a la Legislatura un proyecto de ley sustitutivo al que contemplaba la fusión del CEMPR con el Cuerpo de Bomberos. Todo indica que nuestra oposición a la fusión de estas dos agencias ha caído en oídos receptivos, pero hay que seguir en actitud militante para expresar con firmeza nuestra oposición a ese errático despropósito que probó su rotundo fracaso en el pasado.