Contra viento y marea, luchando contra las compañías privadas y con las limitaciones que hoy caracterizan a las agencias de gobierno, los Paramédicos del Negociado de Emergencias Médicas continuamos ofreciendo al pueblo puertorriqueño un servicio de Primera Clase.

Nos sentimos confiadamente orgullosos de poder atender cada llamada y cada evento donde se nos confía la atención de pacientes en situaciones de crisis. Sin importar la naturaleza particular de cada uno de éstas tenemos la certeza de contar con un personal diestro, debidamente capacitado, certificado y con la preparación profesional que demanda la condición de nuestros pacientes.

El sentido de responsabilidad que acompaña nuestro desempeño profesional nos lleva a levantar nuestra voz de protesta y de crítica ante el cierre de bases y la negativa de la Oficina de Gerencia y Presupuesto al reclutamiento del personal que es necesario para completar el más de medio millar de plazas que al presente está vacantes.

Esta inhabilitación de nuestros centros de trabajo es consistente con las medidas que se han tomado en aquellas agencias o instrumentalidades públicas que el Gobierno pretende entregar a la voracidad económica de la empresa privada.

Los que trabajamos día a día en la calle sabemos que son múltiples los intentos de las empresas privadas por desviar hacia ellos los servicios que se prestan por el gobierno. No son pocas las ocasiones en las que ante una situación de emergencia tenemos que enfrentar a las compañías de ambulancias privadas para poder realizar nuestra labor.

Es hora de ponerle fin a esta innecesaria e improcedente disputa. También es necesario que los organismos que regulan nuestra profesión y están encargados de certificar los equipos y vehículos comiencen a realizar su labor como manda la legislación vigente y no haciéndose de la vista larga, como ocurre al presente.

Mantener los más altos estándares de calidad en el servicio es nuestro mayor orgullo y no podemos ser tolerantes ante la desleal competencia que en la mayoría de las ocasiones nos presentan las compañías privadas que acuden a atender las situaciones en ambulancias que no son las especificadas para la condición de los pacientes o su personal no cuenta con las certificaciones, ni los equipos y materiales correspondientes para atender las mismas.

Vamos a darnos a respetar. Vamos a señalar con firmeza y determinación donde no se está cumpliendo con la ley y los reglamentos para la prestación de los servicios de emergencias médicas. Vamos a garantizarle a nuestro pueblo el servicio de calidad que sus condiciones demandan y hacer valer los derechos que a fuerza de tesón y sacrificios nos hemos ganado. ¡No al cierre de nuestras bases de operaciones!

¡Reclutamiento del personal necesario, AHORA!